Salieron de la cárcel y crearon una lavandería, asesoradas por la UNL

Salieron de la cárcel y crearon una lavandería, asesoradas por la UNL
Salieron de la cárcel y crearon una lavandería, asesoradas por la UNL
Salieron de la cárcel y crearon una lavandería, asesoradas por la UNL
Salieron de la cárcel y crearon una lavandería, asesoradas por la UNL
Salieron de la cárcel y crearon una lavandería, asesoradas por la UNL

La cooperativa Manos Libres es una lavandería conformada por mujeres que estuvieron privadas de su libertad y ahora tienen un trabajo formal y fuente de ingresos. Gestada en 2020 mientras estaban detenidas, surgió de un programa de extensión de la UNL.  

 
La cooperativa Manos Libres es una lavandería ubicada en Urquiza 3186 en la ciudad de Santa Fe. Fue creada y conformada por mujeres que estuvieron privadas de su libertad en la Unidad Penitenciaria N° 4. Su génesis se dio en 2020, en medio de un programa de extensión de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que brinda asesoramiento legal y económico a las personas privadas de su libertad.

El equipo universitario está compuesto por profesores y estudiantes de Derecho, Trabajo Social y Ciencias Económicas y tuvo el objetivo de aportar la definición de objetivos, metodologías de trabajo, asesoramiento legal y económico, diseño de costos y roles dentro de la cooperativa que les da un trabajo formal, una fuente de ingresos y fomenta la inserción social de las mujeres que estuvieron en contexto de encierro.

Actualmente, la cooperativa ofrece servicios completos de lavado, secado y planchado de prendas. Cuentan con lavarropas y secarropas industriales y atienden de 8 a 17.

Un trabajo en el afuera

Según contó Sandra Valdez, presidenta de la cooperativa Manos libres, todo comenzó con la idea de una de las mujeres que estaba en la prisión. “Una de las internas tenía la idea de gestionarse un trabajo para cuando saliera, quería poner un lavadero porque ahí adentro ya funcionaba uno artesanal”, indicó. “Ahí comenzó el acompañamiento por parte del equipo de reinserción social y la Dirección General del Servicio Penitenciario”, aclaró.

Luego de esa primera idea, se realizaron varias reuniones para guiar a quienes formarían parte de la cooperativa e inculcarles esta nueva forma de trabajo. En ese momento fue cuando comenzó a trabajar con ellas un equipo de la UNL, puntualmente del área de Trabajo Social. “En esas reuniones surgieron varias cuestiones que dieron inicio al proyecto, principalmente el nombre”, contó Sandra.

Asesorar y acompañar

Julio Tealdo, director del Programa de Economía Social y Solidaria de la UNL, indicó que siempre acompañan proyectos de la ciudad y la región en lo que tiene que ver con el cooperativismo y el asociativismo. “Pensamos el asociativismo como una forma de inserción laboral”, sostuvo.

El acompañamiento de la UNL fue más fuerte al principio, para ayudar a que la cooperativa se forme y se organice para comenzar a trabajar. “Luego vamos dando asesoramiento en los casos puntuales en que necesiten ayuda para resolver problemas o desarrollen nuevos proyectos”, agregó Tealdo.

“Desde la Universidad vemos como una obligación apoyar estos emprendimientos que son los más vulnerables económicamente hablando, no se solventan solos y por eso es muy importante la ayuda de la Universidad y el rol que ocupa en su trabajo del día a día”, señaló Tealdo.

Primeros grandes pasos

La presidenta de la cooperativa indicó que “los primeros pasos fueron importantísimos” porque definieron qué actividades iban a realizar y cómo, por ejemplo con lo que tiene que ver con el lavado, el blanqueamiento, el desmanchado y el planchado, todo artesanal.

“Lo que buscamos primero fue un lugar y las máquinas”, recordó Valdez. “El espacio lo conseguimos gracias a una gestión del Centro de Políticas Participativas, que nos ayudó a encontrar un alquiler en comodato en calle Alberdi hasta que nos mudamos a nuestra ubicación actual”, narró.

Según la presidenta, la inversión inicial fue de unos 200 mil pesos para comprar lavarropas comunes y algunos secarropas y planchas. Actualmente, tienen equipos industriales. “Hoy tenemos muchos gastos pero también podemos cubrirlos y, con el restante, pagarles el trabajo a las 10 mujeres que forman parte de la cooperativa”, detalló.

Para contactase o colaborar con Manos Libres se puede consultar el instagram @manoslibres_lavanderia, al correo electrónico cooperativamanoslibres@gmail.com o en su sede de Urquiza 3186.