San Martín: sus últimos años, el día que nunca olvidó y su rechazo a la vida política

Este miércoles 17 de agosto se conmemora el 172º aniversario de la muerte del General José de San Martín. Por tal motivo, el presidente de la Asociación Sanmartiniana de Santa Fe, Gerardo Gómez, en diálogo con Todo en Uno en UNO 106.3 hizo un repaso de la vida del gran libertador.

"Por suerte San Martín escribió mucho pero también hizo mucho y hasta con los silencios nos enseñó", comenzó expresando Gómez y pidiendo que se lea más sobre la vida del gran libertador.

Entre las máximas que destacaba el prócer estaban la verdad, el trabajo, el hablar poco y lo preciso, respetar los bienes de los demás, entre otras. "San Martín no es el pasado sino que tenemos que empezar a verlo como el presente y nuestro futuro si queremos construir una patria mejor", indicó el presidente del Instituto Sanmartiniano de Santa Fe.

Gerardo Gómez contó que San Martín es reconocido y honrado en muchos países, hasta en Estados Unidos, donde cuenta con tres monumentos, así también como en Europa y otros países de América.

En sus últimos años de vida, cuando regresó a la Argentina, tanto los unitarios como los federales buscaron su apoyo. "Él llegó hasta el puerto pero no bajó, no quiso bajar, porque él sabía que donde pusiera un pie en Buenos Aires cualquiera de los dos partidos lo iba a querer captar para su propio beneficio", sostuvo el entrevistado. Reveló que San Martín no se prestó a eso, "hasta ese gesto es un rechazo a la pelea entre hermanos".

Gómez explicó que el prócer decidió regalar su sable a Rosas porque reconoció que él había encendido la soberanía nacional.

El miembro del Instituto Sanmartiniano de Santa Fe dijo que San Martín en una carta contó que lo mejor que podía pasarle era desprenderse de la función pública o de gobierno, ya que le traía muchos sinsabores. "Él detestaba la vida de la función de gobierno, la vida política", precisó Gómez.

"Yo me imagino que San Martín en sus años de vejez vivió tranquilo, con su hija, con sus nietas, que eran realmente su tesoro. Y por supuesto viviendo de sus recuerdos de época de grandeza", manifestó el titular de la institución que se encarga de mantener vivo su legado.

El entrevistado también dio a conocer que la casa donde vivió los últimos años, ubicada en Boulogne-sur-Mer, Francia, era alquilada por el prócer. En el segundo piso vivía con su familia, su hija, su nieta y su yerno. Hoy en día es un museo y está protegida por un granadero.

Gómez indicó que San Martín nunca olvidó el 3 de febrero de 1813, el día de la batalla de San Lorenzo. "Todos los años él recordaba esa fecha en la que tuvo en peligro su vida y honrando la memoria del Sargento Cabral y del Capitán Bermúdez", señaló.

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