En Gorostiaga y la Circunvalación Oeste se encuentra la Reserva Natural Urbana del Oeste, que fue creada hace cinco años como un espacio público protegido, en pos de preservar la flora y la fauna del entorno. En este marco, el intendente Juan Pablo Poletti recorrió el lugar y aprovechó para firmar un convenio con la Universidad Nacional del Litoral (UNL) para la donación de 1.000 árboles por año.
El mandatario local recorrió y se interiorizó por el lugar, se realizó una reforestación con 13 ceibos y 13 algarrobos blancos; y también se firmó un acuerdo con la Universidad de Promoción y Educación Ambiental en el marco de una Santa Fe+Limpia. Esta rúbrica se realizó entre Poletti y el rector, Enrique Mammarella.
“Es un verdadero orgullo tener este lugar en la ciudad y municipal. Me decían los empleados que muy pocas municipalidades en el país tienen una reserva de este tipo. Y esto, sin lugar a dudas, es lo que nos lleva a comprometernos a cuidar, a potenciarlo y, este convenio que firmamos hoy con la Universidad, habla a las claras el compromiso para con su ciudad”, destacó el intendente Juan Pablo Poletti.
Luego, agregó: “Este convenio, que va a llevar a la plantación de árboles en relación a sus graduados, sin lugar a dudas va a llevar a que tengamos una ciudad más ecológica, con más sombra, con todas las ventajas que tiene el arbolado público y en este caso gracias a la colaboración de la UNL”.
Compromiso
Por su parte, el rector de la Universidad, Enrique Mammarella aseguró que “este acuerdo tiene que ver con un programa que se viene desarrollando desde la Facultad de Ciencias Agrarias con especies autóctonas y se compromete a plantar un árbol por cada graduado, que por año son unos 2.500 a 2.800 en toda la provincia; y en Santa Fe capital, son unos mil”.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Urbano y Ambiente, Guillermo Ferrero agregó más información a las metas planteadas por el municipio en cuanto a la forestación. “Este año tratamos de lograr el objetivo que era llegar a 3.500 árboles plantados, y queremos llegar a 5.000 el año que viene y obviamente este tipo de socios estratégicos como la Universidad Nacional del Litoral que puedan aportar árboles y conocimiento colabora mucho con ese objetivo que tenemos desde el municipio”.
Siguiendo esta línea, dijo que la intención es en 2026 llegar a 7.000 árboles y el último año de gestión de Poletti completar los 10.000 árboles. “Es un objetivo, una meta que tenemos con el Intendente de poder generar un poco la conciencia necesaria para que también todos podamos cuidar los árboles porque no solo es plantar sino cuesta mucho regarlos, mantenerlos y es ahí donde trabajamos con jardines, con escuelas, con asociaciones que están cerca para que puedan ayudarnos al cuidado”, cerró.
Un lugar emblemático
La Reserva Natural Urbana del Oeste se creó en abril de 2015 por ordenanza Nº 12179 de la ciudad de Santa Fe. Abarca 142 hectáreas. El sitio era usado como un gran basural, hasta que en el 2003, tras la fuerte inundación que afectó a gran parte de la ciudad, se comenzó a gestar el proyecto del sistema de reservorio y del cordón oeste.
Contiene dos de los reservorios de agua pluvial que disminuyen el riesgo de inundaciones del oeste de la ciudad. El 4 de noviembre de 2021 la Reserva Natural Urbana del Oeste realizó las primeras salidas grupales por los senderos. Cuenta con un mirador inclusivo; y en diciembre del 2023 se reinauguró el Centro de Interpretación y funciona un vivero de sitio donde se crean plantines de aromáticas y para colocar en los espacios verdes de la ciudad.
El director ejecutivo de Arbolado Público municipal, Andrés Sarquis, dijo que “la posibilidad de tener árboles en la ciudad es una bendición porque nos dan, no solamente oxígeno, sombra, y permiten disminuir el calor que hace en la ciudad, sino que la fauna, la biodiversidad puedan vivir”. Y luego agregó: “Por eso es un privilegio poder contar con 142 hectáreas protegidas que tienen muchas funciones ecológicas, evolutivas, de preservación y conservación de la flora y la fauna. Este es un lugar emblemático en la ciudad, muy simbólico, dado que en 2003, en la gran inundación que sufrió la ciudad, el agua entró por aquí y los humedales y reservorios acuáticos que tenemos acá actúan como desalojo del agua”.
En cuanto a la reserva, Sarquis destacó: “Este año, 79 instituciones y/o vecinos se acercaron a la reserva durante el año. Hemos tenido una actividad cada cuatro días de las cuales 45 fueron instituciones educativas, primaria y secundaria, tres centros de días que tienen su propia huerta y que vienen a trabajar todos los martes y jueves; y 10 extranjeros vinieron a la ciudad a sacar fotos”. La reserva está abierta todos los días, pero las visitas guiadas son de lunes a viernes de 7 a 13 y si se coordina con anticipación, las guías se pueden hacer los fines de semana o de tarde.
“Tiene seguridad policial las 24 horas, lo que le permite un acompañamiento seguro para el visitante durante los 1.600 metros de recorrido del sendero, que permite que el disfrute sea mucho más ameno, uno pueda realmente dedicarse a disfrutar de la naturaleza en este bello espacio”, cerró Sarquis.
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