La salud de Alejandra "Locomotora" Oliveras: el neurocirujano que la operó reveló cómo fue la cirugía

La salud de Alejandra "Locomotora" Oliveras: el neurocirujano que la operó reveló cómo fue la cirugía

En diálogo con UNO 106.3, el neurocirujano José Carlos del Sastre explicó los detalles de la intervención de urgencia en el hospital Cullen. La exboxeadora está en terapia intensiva.

n una intervención quirúrgica de altísima complejidad, Alejandra “Locomotora” Oliveras fue operada de urgencia en el Hospital José María Cullen tras sufrir un accidente cerebrovascular isquémico. La emblemática boxeadora debió ser sometida a una craniectomía descompresiva, una cirugía de salvataje para evitar que la presión intracraneal provocara un daño irreversible o la muerte.

El neurocirujano José Carlos del Sastre, uno de los responsables de la operación, brindó detalles de la intervención en una entrevista exclusiva con Fabián Acosta en el programa Mañana UNO por UNO 106.3.

“Cuando el cerebro sufre un infarto isquémico puede generar un edema importante. Si esa inflamación no se controla, comprime el tronco encefálico, que es el centro cardiorrespiratorio. Esto puede llevar al paro cardiorrespiratorio y a la muerte”, explicó el profesional.

"Primero hay que salvar la vida. Luego se evaluará, con estudios por imágenes y reduciendo la sedación, cuál es el estado neurológico de Alejandra”, aclaró.

Un procedimiento quirúrgico urgente

La paciente presentaba signos de hipertensión endocraneana por lo que se decidió intervenir rápidamente. La operación consistió en retirar una porción del cráneo para permitir que el cerebro, inflamado por el edema, pudiera expandirse hacia afuera y así liberar la presión interna. Del Sastre graficó: “Es como si uno tuviera un tobillo hinchado dentro de un yeso: hay que abrir el yeso para que el tobillo se deshinche. Acá hicimos lo mismo con el cráneo”.

La técnica se denomina craniectomía descompresiva y, según el médico, es una maniobra de última instancia cuando el daño neurológico pone en riesgo la vida del paciente. El procedimiento se realizó en conjunto con los neurocirujanos Guillermo Román y Leandro Morán.

“En una hora y media ya habíamos logrado descomprimir. Luego se hizo una duroplastia —reemplazo de la membrana que cubre el cerebro— con tejido pericraneal para permitir una expansión controlada”, detalló Del Sastre.

José Carlos del Sastre. Neurocirujano del hospital Cullen.

José Carlos del Sastre. Neurocirujano del hospital Cullen.

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El estado actual de Oliveras

Tras la cirugía, Oliveras permanece internada en terapia intensiva, bajo sedación profunda y con asistencia respiratoria mecánica. Esta condición de “coma farmacológico” es necesaria para reducir al máximo el metabolismo cerebral y evitar estímulos que puedan agravar la lesión.

“El objetivo es que el cerebro esté totalmente relajado y no sufra. Está monitorizada las 24 horas y se están haciendo controles para ver cómo responde”, señaló el especialista.

Los primeros signos posoperatorios fueron alentadores. Al abrir la duramadre, los médicos observaron que el color pálido del cerebro cambió, reaparecieron los surcos y volvió el latido cerebral, lo que indica una mejora en la circulación. Sin embargo, el doctor fue cauto: “No significa que esté todo bien, pero la cirugía en ese momento fue beneficiosa. Ahora hay que esperar”.

"En el Cullen hemos intervenido incluso a chicos de 15 y 16 años, lo que nos llama mucho la atención”, advirtió Del Sastre

 

Las próximas 72 horas, clave para su evolución

Del Sastre indicó que se deberán aguardar entre 48 y 72 horas para que los neurólogos evalúen los efectos de la descompresión y definan cómo actuar ante la isquemia cerebral que causó el ACV. “Primero hay que salvar la vida. Luego se evaluará, con estudios por imágenes y reduciendo la sedación, cuál es el estado neurológico de Alejandra”, aclaró.

También explicó por qué no se intervino directamente el coágulo que tapó la arteria cerebral: “La ventana terapéutica ya había pasado. Si uno intenta destaparla en un momento inadecuado, puede producir una hemorragia cerebral con peor pronóstico”.

Un hospital con altísima exigencia y capacidad quirúrgica

La cirugía a Oliveras se suma a una intensa actividad del área de neurocirugía del Cullen. “Operamos entre tres y cuatro casos de trauma por semana, y también realizamos cirugías descompresivas por ACV isquémico o hemorrágico. Hemos intervenido incluso a chicos de 15 y 16 años, lo que nos llama mucho la atención”, advirtió Del Sastre.

El servicio, que encabeza el Dr. Hernán Vanrrell, creció también en el plano de las cirugías endoscópicas mínimamente invasivas, incorporando tecnología para abordar tumores cerebrales con mayor precisión y menor daño.

Entrevista completa por UNO 106.3 FM: