Creer en sustentabilidad
González también se refirió a otra acción que impulsa el municipio y que tiene que ver con la construcción de bicisendas, y detalló las obras que se ejecutan en la ciudad y que tienen previsto este tipo de intervenciones como las que se hacen en el marco del Acuerdo Capital: J. J. Paso, Aristóbulo del Valle y Peñaloza; y también el puente Santa Fe – Santo Tomé, entre otras.
“Se están ejecutando obras que van a sumar 6,5 kilómetros de bicisendas nuevas; esto tiene que ver con la ciclovía de Aristóbulo del Valle, la de bulevar Tacca, que fue una licitación reciente; también J. J. Paso y el puente Santa Fe-Santo Tomé, y todas esas conexiones vienen a aportar a los corredores existentes. Ese es el plan de crecimiento de la ciudad; el intendente Juan Pablo Poletti pidió que todas las obras públicas que se licitan tienen que tener infraestructura para el ciclista”, detalló la funcionaria municipal.
Tomar conciencia
Por su parte, la coordinadora de Seguridad Vial de la ONG MINU, Ezzi Naidich, contó: “Somos una organización que hacemos proyectos de jóvenes para jóvenes. Hoy trajimos distintos juegos, entre ellos uno que se llama “Bajá 10”, que tiene que ver con promocionar las velocidades de 30 km por hora en vez de 40 km por hora. Se muestra la diferencia entre ambas, resaltando la experiencia del conductor dentro del auto, la distancia de frenado que a 40 km por hora necesitamos 16 metros para frenar, a 30 km, nueve, pero en el caso de que no llegamos a frenar, también la diferencia en el impacto sobre el cuerpo humano es distinta”.
“Cuando estamos dentro de un auto, nos parece que 40 km por hora es poco, pero cuando estamos como peatones o ciclistas o incluso motociclistas, con nuestro cuerpo expuesto a las fuerzas del impacto, la diferencia entre 30 y 40 km por hora es enorme. A 30 km por hora, la probabilidad de fatalidad de un peatón es del 10%, pero comparado con lo que es a 40 km por hora, que ya pasa a ser del 28, y si pensamos en avenidas donde es 60 km por hora la velocidad, es casi del 100%, es decir que no tenemos forma de sobrevivir a un atropellamiento”, dijo.
Antes de cerrar, Ezzi Naidich destacó la importancia de incluir a los niños en la educación vial. “Desde MINU tenemos la idea de que la educación vial no es solamente que sepan cómo comportarse en la calle, no es pensar que los chicos son los conductores del mañana, sino como líderes del hoy. La educación vial no tiene que buscar el buen comportamiento del tránsito, sino cómo involucrarlos para que puedan participar y ayudar a tomar decisiones desde su experiencia, porque los chicos no van a tener conocimiento técnico, pero sí experiencia. Hay que incentivarlos a involucrarse, a participar y a compartir sus ideas”.
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