Reflexiones sobre la pobreza planificada
Según INDEC, en el Gran Santa Fe hay 329.123 personas pobres (6 de cada 10) y una marcada diferencia del 6.9% por encima del promedio nacional (52,9%). En 6 meses, aumentó 11% (1,83% mensual); cifra que proyectada daría hoy (fines septiembre) en más del 65%.
En cuanto al Índice de Indigencia, en la región hay 90.326 personas que no alcanzan para comprar el mínimo de comida para subsistir.
El modelo libertario va alcanzando su objetivo.
Detrás de cada número hay rostros, vidas condenadas. Duele pero no sorprende. El termómetro de la calle, de cada comedor, copa de leche que visitamos junto al voluntariado de la campaña #SantaFeSinHambre”❤ indica una gravedad aún mayor. Es habitual oír: “una comida diaria, a la noche y se priorizan las criaturas”; “cada día voy a un comedor distinto, camino cuadras y cuadras, sino no como”. Así como trabajadoras de los espacios decirnos: “todos los días se suma más gente; no alcanza la comida”
Obscenidad
Si algo tiene claro cada habitante de esta provincia es la riqueza del suelo que habita y, sobretodo, en alimentos. Convivimos con noticias de “cosecha record de soja, maíz, trigo, girasol…” y “pobreza récord”. Sabemos del norte ganadero (7 millones de cabezas de ganado), tan cerquitas, acá, de la 2da cuenca lechera más importante de Sudamérica. Tan difícil convencernos como el hartazgo de escuchar que “no se puede”.
Construir la esperanza
Llegó el momento de decir ¡basta! No dejemos que la miseria planificada se naturalice. Practiquemos la solidaridad, convoquemos a quienes se conmueven y están dispuestos a romper el conformismo; abracemos la rebeldía y trabajemos para unir esfuerzos e ideas, construyamos colectivamente para transformar tan dolorosa realidad.
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