Encuentros en el Teatro con Luna Monti: volver a cantar como un juego cotidiano

Encuentros en el Teatro con Luna Monti: volver a cantar como un juego cotidiano

El ciclo “Encuentros en el Teatro” continúa con la presencia de Luna Monti, la destacada cantante, maestra de técnica vocal y creadora de un Estudio que lleva su nombre, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el que se dedica a la investigación de la voz y el cuerpo sonoro.

 

A esta ciudad, que ya visitó en otras oportunidades con sus proyectos artísticos, trae por primera vez el Laboratorio Vocal Expresivo. Será como parte de la propuesta de formación anual que organiza la Municipalidad de Santa Fe, en la que ya participaron Mauricio Kartun, Leandra Rodríguez y Luciano Delprato. A esos encuentros sobre dramaturgia, iluminación escénica y dirección, en la Sala Mayor del Teatro Municipal “1° de Mayo”, se suma la propuesta del Laboratorio este viernes y sábado, con cupos que se completaron en apenas dos días desde que abrió la inscripción. Participarán músicos, cantantes, actrices, profesoras y profesores, que se interesaron en la propuesta de Monti.

 

“Siento que lo que hago es muy sencillo; sale desde el juego, de la curiosidad. Ojalá vengan también con ese espíritu de compartir, de sorprenderse y llevarse cosas nuevas porque es algo que me pasa a mí también en cada encuentro”, dice la artista a poco de su regreso a la ciudad. “Ojalá pueda cumplir con la expectativa de las personas que se inscribieron, que se genere un lindo círculo para escucharnos y que yo pueda aportar a esa grupalidad”, concluye.

 

Parte de una misma búsqueda

 

Estos últimos años transcurrieron entre su carrera artística y la faceta docente, volcada especialmente en las experiencias del canto colectivo y la dirección de ensambles vocales de mujeres y disidencias.

 

La metodología que va construyendo une su formación como música, intérprete y profesora de teoría y solfeo, egresada de la Escuela Popular de Músicos del SADEM, a sus estudios de guitarra, percusión corporal, danza, teatro, astrología y yoga. “Con los años me fui dando cuenta de que todas las búsquedas que emprendí están unidas o son parte de una misma búsqueda, que me forman como cantante”, cuenta sobre esa diversidad de disciplinas y saberes que incluye también a la hora de enseñar. Y grafica con una experiencia durante la pandemia: “En un taller que di de Astrología y voz, fui recuperando cosas que vienen de la práctica del yoga y del teatro que, si bien eran conscientes, estaban un poco olvidadas y se fueron uniendo de una manera que me sorprendió a mí misma”.

 

Sobre ese enfoque que integra diversas formaciones y lenguajes, el Laboratorio Vocal Expresivo “surge de una necesidad personal de volver a jugar con el instrumento, tal como lo aprendí, como un hecho cotidiano y desde la necesidad de vivenciar el canto de un modo más integral, incluyendo otros cuerpos; y en principio al cuerpo físico en su totalidad, contemplando todas sus posibilidades instrumentales, melódicas y rítmicas, así como también su capacidad creativa”. Esa apertura hace que en cada encuentro, Luna convoque tanto a artistas como a personas que no tienen conocimientos previos o que no se dedican profesionalmente. La idea, reafirma “que todos puedan vivir la misma experiencia, cada uno a su modo”.

 

Recuperar la experiencia comunitaria, es otro objetivo que está en el centro de esta propuesta: “Venimos del círculo, de la ronda, de cantar con otros, de compartir nuestras historias y sonidos, cada uno con su bagaje, y a eso tenemos que volver. Hacer música sirve para tejer vínculos y restablecer el fluir de la comunicación hacia una escucha más integral e inclusiva”, resume.

 

De raíz folklórica

 

Como cantante, Luna Monti eligió la música folklórica argentina como lenguaje expresivo. Compartió escenario con Mercedes Sosa, León Gieco, Víctor Heredia, Lito Vitale, Teresa Parodi, Raúl Carnota, Juan Falú, Juan Quintero, Jorge Fandermole, Quique Sinesi y Carlos Aguirre, entre otros. Con sus proyectos musicales y pedagógicos viajó por gran parte de América, Europa y África.

 

En 2002 editó su primer material discográfico solista titulado “Dentro, el silencio…” con la producción artística de Raúl Carnota y la participación de artistas como Lucho González y Lilian Saba, entre otros.

 

En 2001 conformó un dúo con el compositor y guitarrista Juan Quintero, con quien editó seis discos: “Luna Monti-Juan Quintero, folklore” (2001), “El matecito de las siete” (2003), “Lila” (2006), “10 años, en vivo” (2011), “Después de usted” (2013) y “Solo luz” (2016), ganador del Premio Gardel.

 

Participó como invitada en numerosos discos, entre los que destaca “Cantora”, el último editado por Mercedes Sosa, que fue ganador del Premio Grammy Latino.

 

En teatro, en el año 2000, creó el musical “El folclore llega al cole”, que fue declarado de interés cultural por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires.

 

En 2005 hizo una gira por Francia con el espectáculo “Tango, verduras y otras yerbas”, con la dirección de Camilla Saraceni. Dos años después cantó y actuó en el musical del reconocido escritor cubano Eduardo Manet: "Comment je suis devenu une agence de tourisme cubanne", con el que hizo temporada en el Teatro de L´Ete de París.

 

En 2012 participó como cantante y percusionista en la ópera "Las voces del silencio", creación de G.J. Le Cam, sobre textos del poeta wichí Lecko Zamora, presentada en escenarios de Argentina y Francia.

 

En 2022 estrenó “Hebra”, junto a Rondadora, el ensamble de 20 mujeres cantoras, con arreglos vocales de su autoría, puesta en escena y dirección general.

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