En la memoria de Santa Fe todavía hay agua hasta el techo

En la memoria de Santa Fe todavía hay agua hasta el techo

Se cumple un nuevo aniversario de la inundación del 2003. El río Salado ingresó de manera aluvional por una zona que aún no se había cerrado en la defensa oeste, avanzó sobre 43 barrios y cambió la vida de miles de personas. 

 

Hoy se cumplen 19 años del peor recuerdo que viviera la ciudad de Santa Fe. Fue hace tiempo, pero sus daños perduran.  Los ejemplos son tan variados como los testimonios. Cada uno llora sus pérdidas: las vidas y las heridas del alma.

 

Aquellos días Santa Fe vivió una enorme tristeza. Nada de lo que había adentro pudo salvarse, el Salado dejó su marca indeleble: muebles, ropas, electrodomésticos, aberturas, instalaciones eléctricas, cañerías de servicios y de cualquier otro tipo. Nada se salvó. Pero tampoco se salvaron los recuerdos, las fotografías, la historia de cada familia, los símbolos que valen más que los materiales.

 

Encuentro recuerda y no olvida. Santa Fe tiene memoria y sus habitantes también. El crimen hídrico terminó con la vida de más de 150 personas, afecto directa e indirectamente a 130.000 vecinos y vecinas, y sumergió a un tercio de la ciudad.

 

Responsables sin rendir cuentas ante la justicia y la bronca latente 19 años después porque la herida nunca cerró. Santa Fe tiene una deuda pendiente con las víctimas de la inundación y nosotros la obligación de recordarla todos los años. Porque en la memoria todavía hay agua hasta el techo.