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Tras la primera inauguración en San Jerónimo y Monseñor Zazpe, se descubrió la segunda baldosa de las Memorias Urbanas Feministas. En esta ocasión, está en 9 de Julio e Illia, lugar donde se encontraba el ombú de la Chipacera, un espacio emblemático de la sociabilidad afrodescendiente, encabezada por Claudia Chapacó.
Cabe recordar, que la iniciativa se enmarca en la Ordenanza 12757, impulsada por la ex concejala Laura Spina mediante el proyecto presentado (en el 2020) ante el Concejo Municipal como una iniciativa ciudadana propuesto por las historiadoras: Teresa Suárez, Nidia Kreig, Rosa García y Alicia Talsky. El proyecto se enmarca en el programa “Huellas de mi ciudad” de la secretaría de Educación y Cultura del municipio.
Esta baldosa es un homenaje a las mujeres afrodescendientes que tuvieron un gran protagonismo en la historia santafesina. Es importante destacar que fue descubierta en el Día Internacional contra la Discriminación Racial que se conmemora el 21 de marzo. Aún quedan cinco puntos por inaugurar en diferentes sectores de la ciudad donde la historia dejó su huella.
Recuperar la historia
La secretaria de Políticas de Cuidado y Acción Social del municipio, Soledad Artigas, aprovechó para enviar el saludo del intendente Emilio Jatón y resaltó la importancia de esta acción que se materializa en las calles de la ciudad. “Como Estado municipal es muy importante formar parte de esto que será un hito en la historia de nuestra ciudad. Reconocer estos espacios de socialización, de resistencia, estos lugares que nos muestran que la historia de Santa Fe también estuvo fundada sobre la explotación, la negación de muchas identidades y sobre todo de la explotación de las mujeres afrodescendientes y también de los pueblos originarios”, repasó Artigas.
Por su parte, el director de Derechos Humanos del municipio, Publio Molinas resaltó la importancia de descubrir esta baldosa en el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. “Junto a la Casa de la Cultura Indoafroameriacana venimos trabajando en distintas políticas públicas que visibilicen y pongan en escena la historia santafesina, que muchas veces no se le da el valor que se merece”, rescató Molinas.
Además de la baldosa se habilitó un punto que contiene un código QR que relata la historia de Claudia Chapacó, la negra chipacera, en la voz de Lucia Molina, de la comunidad afrodescendiente. De la actividad también participó parte de la comunidad de la escuela San Francisco, que es la más antigua de la capital provincial.
Lugar especial
Lucía Molina, presidenta de la Casa de la Cultura Indo Afro Americana Mario Luis López, aseguró: “Para nosotros, los afrodescendientes, es un lugar muy especial porque es uno de los tantos en la época colonial y a principios del siglo XIX donde se reunía la sociedad santafesina pero en especial los afrosantafesinos. Aquí se llevaban a cabo muchas conversaciones y también muchas peleas por nuestros derechos”.
Luego relató: “La chipacera era Claudia Chapacó, una mujer que comandaba todo un lugar en donde se encontraban distintas personas pero al final ella era la que mandaba. Se la reivindica porque representa a la mujer trabajadora, ambulante, la que se ganaba el pan con el trabajo de todos los días. Cerca había una ladrillería con muchos trabajadores, que antes de ingresar a trabajar pasaban a desayunar los chipás y de esta manera, ella se ganaba sus ingresos para sostener a su familia”.
Por último, Laura Spina se mostró contenta porque se materializa la ordenanza que aprobó el Concejo Municipal. “Estamos revalorizando y recordando un lugar muy representativo porque era un lugar de encuentro de toda la comunidad afrosantafesina. El proyecto nació a partir del material histórico que me acercaron Teresa Suárez, Nidia Kreig, Teresa Suárez, Alicia Talsky y Rosa García para que podamos plasmar la memoria y la historia de mujeres que hicieron al quehacer de la ciudad”, dijo.
Otras cinco
La semana pasada se inauguró la primera de las baldosas en San Jerónimo entre Moreno y Monseñor Zaspe, donde hace 150 años estuvieron detenidas mujeres y niñas indígenas, capturadas en la provincia de Chaco, que luego eran repartidas entre familias de la elite santafesina.
Otra de las marcas urbanas se colocará en la esquina Sureste de la intersección de 3 de Febrero y San Martín donde funcionó la primera escuela de parteras de la ciudad, entre 1910 y 1922. La cuarta baldosa, en Monseñor Zazpe, ex Buenos Aires, al 3700, señala donde funcionó La Maison Paris – 1930, sitio de explotación sexual de mujeres.
También habrá un reconocimiento a las pioneras de la investigación científica en la Escuela Industrial Superior, donde funcionó la Sociedad Científica de Santa Fe. Por tal motivo, se emplazará una baldosa en Junín entre 9 de Julio y 1º de Mayo.
Por otra parte, en 1928, al fragor de la huelga de 1921, y con antecedentes de dos décadas, se organizó la Asociación del Magisterio de Santa Fe. En ese sentido, la penúltima de las baldosas se colocará en la vereda de la Casa del Maestro en Bv. Gálvez entre las calles Laprida y Vélez Sarsfield.
Por último, en 1906 se organizó el primer Centro Feminista con el impulso de la Asociación de Libre pensamiento. El punto de encuentro eran los salones de la antigua Biblioteca Cosmopolita. Macedonia Amavet fue su primera presidenta. Por tal motivo, la baldosa en honor a ese espacio se colocará en Salta entre 9 de Julio y 1º de Mayo.
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