Finalizó la primera etapa del Plan de Educación Intergeneracional

Finalizó la primera etapa del Plan de Educación Intergeneracional

Finalizó la primera etapa de este Plan de Educación Intergeneracional que, con el eje la educación ambiental, abordó temáticas como microbasurales, huerta, jardinería, alimentación saludable, juegos y lectura de cuentos a través de propuestas que incluyeron a niños, niñas y adultos mayores.

 

La educación intergeneracional, contemplada en esta iniciativa, se enmarca en la sanción de la Ordenanza N° 12.515 y busca trabajar con un conjunto de acciones sistemáticas y organizadas vinculadas a los procesos educativos, en las cuales participan personas de distintas generaciones para compartir experiencias, conocimientos, habilidades, actitudes y valores entre ellas.

 

Esta primera etapa buscó dar inicio al Plan que será continuado con nuevas acciones. Al respecto, la secretaria de Educación, Alicia Barletta, explicó: “Esta primera instancia tuvo como eje lo literario, la música y la danza. Pero el proyecto no se agota en esta instancia. Ahora seguiremos implementandolo en seis jardines más con un eje más vinculado a la conciencia ambiental, la importancia de los animales autóctonos, etc”.

 

Consultada sobre los resultados de esta experiencia, la funcionaria la valoró positivamente: “Las familias se han mostrado muy predispuestas a las propuestas que les hicimos. Hemos podido generar esa vinculación entre los adultos de la tercera edad y los niños que asisten al jardín”. Además, explicó: “Buscamos promover la participación de personas de diferentes edades en un mismo proyecto, fomentando el diálogo y la colaboración. Las diferentes actividades tuvieron como objetivo el respeto, el aprendizaje y la convivencia entre generaciones, a través de experiencias innovadoras”.

 

En este mismo sentido se expresó el secretario de Bienestar Universitario de la UNL, Mg. Cristian Vázquez: “En esta experiencia de educación intergeneracional pudimos observar cómo esta actividad se transformó en una poderosa herramienta para poder contribuir desde nuestro lugar con una sociedad más inclusiva, comprensiva y resiliente”, dijo.

 

“Al fomentar el intercambio entre niños y personas adultas mayores, no sólo preservamos y celebramos la diversidad de experiencias y perspectivas, sino que también construimos un futuro más brillante y prometedor para las generaciones venideras”, finalizó Vázquez.