Colón dejó el invicto por errores y horrores propios y ajenos

Colón padeció muchos errores personales, fundamentalmente los del arquero Marcos Díaz. Como así también, del árbitro Diego Ceballos
Luego de un gran arranque, que incluía tres victorias al hilo y un empate, Colón cayó ante Almirante Brown y de esta manera perdió el invicto y también el liderazgo de la Zona B.
Colón y un partido que debe servir de aprendizaje
Y lo hizo por errores propios, fundamentalmente los de su arquero Marcos Díaz. Como así también del árbitro Diego Ceballos quien ignoró dos penales en favor del Sabalero.
Pero más allá de estas cuestiones puntuales, Colón perdió el orden defensivo que había mostrado en los anteriores partidos, concediendo todo tipo de ventajas a un rival muy limitado y que antes del cotejo no había podido ganar.
La sensación es que el partido lo perdió Colón y un escalón más abajo se puede mencionar el arbitraje de Ceballos. Pero la realidad indica que luego del primer gol de Almirante Brown, el Sabalero se desmoronó.
Pudo empatarlo, porque es notoria la diferencia de plantel en favor de Colón, pero a diferencia de los encuentros anteriores, falló en las áreas.
Todo lo bueno que venía haciendo Colón respecto a su efectividad, la dilapidó en este cotejo. Porque dispuso de situaciones para convertir y falló. Mientras que en defensa le dio todas las chances al rival para que anotara dos goles.
De ninguna manera es para dramatizar y muchos menos para rasgarse las vestiduras. Pero es un partido para aprender de los muchos errores cometidos y corregir a futuro.
Como así también, entender que habrá partidos en donde el árbitro te favorecerá como sucedió ante Chaco For Ever cuando Pablo Giménez expulsó mal a Gino Barbieri y amonestó a Brian Negro, cuando debió ser expulsado. Y en otros te perjudicará como ocurrió con Ceballos.
Forma parte, de un fútbol en donde no existe el VAR y las decisiones no pueden ser modificadas. Pero es algo a lo que Colón ya debería estar acostumbrado.
Colón tiene un muy buen plantel en relación a los demás equipos y debe seguir potenciándolo. Cuenta con una columna vertebral de experiencia que hasta el presente viene respondiendo, salvo el partido ante Almirante Brown.
El camino por recorrer es demasiado largo y las vicisitudes estarán a la orden del día. Por lo cual, habrá que tener paciencia y temple para ir manejando las distintas situaciones.
La ventaja que tiene Colón es que varios de sus jugadores ya atravesó el proceso del año pasado, que debe servirles como aprendizaje. Y hasta el momento parecen haber aprendido la lección, más allá del tropezón ante La Fragata.
Este último partido no puede empañar todo lo bueno que venía haciendo, pero sí es un llamado de atención. Un golpe en el momento indicado, para que el equipo y su cuerpo técnico reaccionen, volviendo a transitar la senda de la ilusión.
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